Mapas catastrales como herramienta en planificación urbana

El catastro es una fuente de datos que nos permite conocer el estado de una vivienda o parcela desde el punto de vista de antigüedad o geometría, entre otros. Estos datos son consultables por todos los ciudadanos y su explotación nos permite obtener conclusiones sobre distintos aspectos de una ciudad como su evolución, zonificación e incluso realizar proyecciones de futuro. Una de las formas más sencillas, intuitivas y resolutivas de plasmar estas conclusiones es mediante mapas catastrales, herramienta clave en planificación urbana.
¿Qué son los mapas catastrales?
Los mapas catastrales son la representación gráfica del parque de edificios de una ciudad y datos obtenidos en el catastro. En el caso del mapa que analizamos hoy, Talavera de la Reina, hemos elegido representar la antigüedad de sus edificios, pero se pueden representar otros datos como la altura de los mismos, el tipo de suelo en el que se encuentra o una categorización de los metros cuadrados que posee.
En cualquier caso, este tipo de mapas permite obtener numerosas conclusiones de un vistazo de una superficie amplia, ya sea un barrio o una ciudad entera. A esto, cabe añadir la posibilidad de superponer otras capas y combinarlas para obtener nuevas conclusiones. Por ejemplo, obteniendo el estado de los edificios, su antigüedad o su altura, podríamos categorizar los edificios en cuanto a su riesgo sísmico. Esta es la magia de los Sistemas de Información Geográfica que, mediante la superposición y análisis multicapa, nos permite generar nuevos datos y conclusiones sobre el territorio.

Un caso práctico: Talavera de la Reina
Etapas de crecimiento, vestigios históricos y proyección de futur
Talavera de la Reina posee un núcleo urbano ceñido por dos fronteras muy claras: una natural, el río Tajo (Sur), y otra antrópica, el ferrocarril (Noroeste), construido en 1876 cuando las dimensiones de la ciudad eran mucho más reducidas. Estas barreras han marcado el crecimiento de la ciudad en gran medida, que se ha dispuesto de una manera alargada en torno a las mismas.
Las etapas de crecimiento de las ciudades españolas datan, en algunos casos, de milenios atrás, encontrando gran parte del patrimonio histórico en el casco urbano de las mismas. En el caso de Talavera de la Reina, este patrón se repite y podemos encontrar las viviendas más antiguas situadas principalmente en el casco histórico, seguidas por otras diseminadas fuera del núcleo urbano propiamente dicho. Esto tiene muchas variaciones y matices según como haya crecido la ciudad y las necesidades e ideales de cada época de crecimiento.
En consecuencia y a grandes rasgos, existen tres grandes etapas de crecimiento completamente relacionadas con la historia de las ciudades: construcciones anteriores a 1935, lo que denominariamos ciudad histórica; construcciones realizadas entre 1935 y 1992, relacionados con los grandes crecimientos y desarrollos de las ciudades que se dieron tras la II Guerra Mundial y la recuperación económica de los países; y por último una última fase a partir de 1992 donde el crecimiento comienza a ser poco a poco más sostenido y con una planificación más ordenada y con un carácter más protector.
La etapa industrial sería otra época a tener en cuenta, ya que en muchas ciudades ha tenido repercusiones muy importantes en las configuraciones actuales de sus territorios. En el caso de Talavera no ha sido tan importante como otras ciudades pero, por ejemplo, si es interesante destacar cómo transformó el territorio la construcción del Canal Bajo del Alberche y su posterior declive.
Siguiendo este último grupo (a partir de 1992), podemos realizar una reconstrucción de las zonas de la ciudad que se encuentran en crecimiento y, en base a esto, una proyección de futuro que ayuden a un planeamiento urbano de los recursos más racional y consecuente con las necesidades de la población.
Por otro lado, el mapa del catastro nos permite conocer en qué áreas de la ciudad estarán aquellos edificios más susceptibles de deteriorarse y en los que, en un momento dado, el Ayuntamiento deberá poner el foco en su rehabilitación o mantenimiento.
Zonificación y gentrificación espacial
La zonificación de una ciudad se entiende como la división de la misma o de un área territorial en zonas caracterizadas por una función determinada: áreas residenciales, áreas comerciales, áreas industriales… entre otras. Estas zonificaciones son más claras en los nuevos crecimientos, si bien no son estancas y perfectamente se pueden mezclar distintos usos o puede haber cambios a lo largo del tiempo, sobre todo en las zonas más antiguas: cambios de usos, recuperación de espacios, reactivación…
En concreto, vamos a hacer incidencia en el concepto de gentrificación, que hace alusión al proceso por el cual una población originaria de un barrio o sector céntrico y popular, se ve desplazada progresivamente por otra de un nivel adquisitivo mayor. Esto se ha dado mucho con la terciarización de los cascos históricos, cuya revalorización ha provocado que los precios de las viviendas aumenten. En el caso de Talavera, esto se ha producido muy puntualmente sobre alguna calle o zona en concreto pero no se puede considerar que haya habido un proceso de gentrificación muy marcado, manteniendo de forma marcada el carácter popular del barrio.
¿Podríamos considerar la relación entre la distribución social y la antigüedad del parque de edificios? Por supuesto que hay relaciones entre estas dos variables. Ahora bien, para realizar un análisis más certero, habría que tener en cuenta otras variables. Por ejemplo, en el caso de edificios antiguos sería necesario preguntarse si se tratan de edificios históricos reformados, modernizados asociados a una clase más pudiente, o bien se trata de edificios que no están en buenas condiciones o están semiabandonados, pudiéndose asociar a una clase media-baja.
Los mapas catastrales y la planificación urbana
En conclusión, este tipo de mapas constituyen una herramienta más de los Sistemas de Información Geográfica que permite, no sólo visualizar a vista de pájaro una ciudad y los datos más relevantes del catastro, sino tomar decisiones que aporten valor añadido al territorio y a la ciudad de cara a una planificación de los recursos más racional.
Algunos ejemplos son:
- Antigüedad de edificios y altura y su posible relación con la vulnerabilidad ante episodios sísmicos así como otros riesgos naturales.
- Conocimiento del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad de cara a una planificación turística de valor.
- Zonas de la ciudad que necesitarán una rehabilitación o mantenimiento por parte del consistorio o gobierno regional mediante ayudas.
- Nuevas áreas de esparcimiento y crecimiento de la ciudad.
- Conocer el valor inmobiliario de los edificios según los distintos datos que otorga el catastro.
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